En el 2010 el turismo estaba en su mayor esplendor y representaba aproximadamente el 9% del PIB. Las atracciones más visitadas por los turistas eran:
Damasco
Además de ser la capital del país es la ciudad más antigua del mundo. Fue parte del Imperio Romano y figura en la lista de la UNESCO de las ciudades que representan la herencia cultural del mundo.
La mezquita de Omeya y la Iglesia subterránea de Santa Anania eran paradas obligatorias en esta ciudad.
El Museo Nacional de Damasco albergaba objetos de muchas civilizaciones a lo largo de la historia, desde el Paleolítico hasta la época contemporánea. La entrada al museo es la fachada original de un palacio antiguo.
El Museo de Artes Populares se encuentra dentro del Palacio de Azm y en él se exhiben diferentes exposiciones sobre los usos y costumbres de la zona.
Maalula
Maalula es una pequeña ciudad asentada en los Montes Kalamun. Las casas cuelgan de las paredes del acantilado y están pintadas de un color azul plateado y arena. Es una de las pocas ciudades donde aún se habla arameo.
Palmira
En tiempos antiguos llegó a ser una de las principales ciudades en donde se desarrollaba el comercio entre Oriente y Occidente. Fue elegida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Crac de los Caballeros
Castillo construido en la época de las cruzadas donde aún se podían apreciar frescos de la época. También figura en la lista de Patrimonio de la Humanidad.
Ciudadela de Alepo
Fortaleza Medieval considerada una de las más grandes y antiguas del mundo y en años actuales su utilizaba para conciertos y actividades culturales.
Teatro Romano de Bosra
Era uno de los mejor preservados en el Medio Oriente, así como el más grande y el más completo. Sirvió como sede del Festival Musical Nacional.
Otro aspecto que favorecía el turismo en Siria era la amabilidad de su gente. La mayoría de la población profesa el Islam aunque también existe población cristiana. Por motivos de su religión son muy conservadores pero tolerantes.
La cultura de este país tiene mucho que aportar a todo el mundo. Tiene una gran tradición de literatura oral y escrita, además la danza y la música se unen de manera espectacular en bailes folklóricos como la Dabka.
Su gastronomía tiene toques de diferentes estilos como puede ser mediterráneo, egipcio o turco. En la cultura siria la generosidad de un anfitrión se mide por la cantidad de comida que hay en la mesa cuando recibe visitantes y es de mala educación no aceptar todo lo que se ofrece.
El pan de pita o khubz es acompañado de Baba Ghanoush que es una pasta a base de puré de berenjenas. Los postres son muy populares como el Ech Alsaria que es un pan tostado con flan y caramelo.
El té o café árabe es algo imprescindible en la mesa siria.
Por razones que todos conocemos, los gobiernos de casi todos los países han recomendado a sus ciudadanos no visitar este país por el peligro que pueden llegar a correr, lo cual es una lastima ya que Siria es un país con mucho que aportar y enseñar a todos nosotros.
Los dejamos con esta reflexión:
"Grito contigo, pueblo de Siria, masacrado y sin presente. Porque si la voz de los poetas es fuerte pidiendo el cese de las armas, nadie puede callar su voz interior llena de espanto. No pensar en ello por no sufrir es evitar unirlas en un clamor que no debe cesar.
Si fuéramos magos, los civiles y poetas haríamos cambiar las balas y los misiles por poemas y flores, caricias y abrazos, justicia y amor entre los hombres." - Alicia Rosell
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Qué te pareció este post?